Nunca me he considerado una persona con suerte, hasta en las cosas más bonitas que me han pasado en la vida siempre había algo detrás (distancia, por ejemplo). He recibido muchos palos a lo largo de mi corta vida, o quizás no tantos, pero yo lo veo así. Nunca me ha importado, siempre he luchado por seguir adelante a pesar de todos los obstáculos que encontraba en el camino. Ahora, digamos que no estoy en el mejor momento de mi vida, para nada, pero aún así... sigo luchando por mi, por mis sueños, por mis ilusiones... aunque ultimamente estén esconcondidas.
Leyendo cosas de hace algunos años me he dado cuenta de una cosa que había olvidado. Me había olvidado de quién soy, de cómo soy... hubo un momento en que los golpes que recibía me sobrepasaron, me lastimaron e hicieron que dejara de ser quien era... o al menos, que no lo pareciera. Pero hoy, tiempo después y tras haber pasado por muchas más cosas, he vuelto a recordar quien era y me he dado cuenta de que sigo siendo aquella persona positiva, que se ilusionaba con la cosa más tonta, que sonreía a cada momento y que solo quería ver feliz a la gente que quería. Sí, así era yo, así soy yo. Y siento que hubiera un tiempo en el que lo olvidara, en el que yo mismo me creyera qeu había dejado de serlo, en el que di por hecho que ya no lo era... me equivocaba. Lo se, estaba equivocado.
Y aunque no esté en el mejor momento de mi vida, se que voy a conseguir sonreir a cada momento, ilusionarme, ser positivo. Lo se... y no me voy a fallar más a mi mismo, no, no me dejaré fallarme otra vez. Ya estoy pagando las consecuencias de haberme fallado y me están sirviendo para darme cuenta de que nunca más debo olvidarme de quien soy.
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