De acuerdo con varias religiones dármicas, el karma sería una energía metafísica (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. Según los hindúes, el karma es una «ley» de acción y reacción: a cada acción cometida le corresponde una reacción igual y opuesta.
Siempre he creído en el karma, en el que los buenos actos siempre son recompensados, tarde o temprano, frente a los malos. Pero también tengo que reconocer que en muchos momentos he pensado que eso solo ocurría en el cine, los libros... y, en resumen, en la ficción.
Mucha gente opina que el karma es una forma de actuar interesada, que solo se preocupa en obtener el beneficio propio... y si lo miras desde ese punto de vista, sí, llevan razón. ¿Hacer cosas buenas para que te pasen cosas buenas? Yo, por mi parte, no creo que sea algo tan simple y, al mismo tiempo, tan egoísta. Yo no actúo de forma que me preocupe si me van a pasar cosas buenas a mí o no, yo actúa de la forma en la que me gustaría que actuaran los demás; como siempre me han dicho "No hagas lo que no te gustaría que te hicieran".
Y en eso he basado toda mi vida y todas mis acciones, en tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mi porque... ¿Quién puede desearse algo malo a sí mismo? Nadie... ¿Y entonces por qué van a deseárselo a los demás? Esa es una pregunta que no he conseguido nunca responder… Muchas veces me gustaría que la gente compartiera un poco más mi pequeña visión de las cosas. Y sí, yo también me equivoco, como todo el mundo, y cometo mis errores y hago daño a la gente... pero tengo la tranquilidad de poder decir que nunca lo he hecho a propósito... y es una gran sensación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario